Saturday, January 28, 2006

TORMENTA EN SATURNO



Esta es una fotografia de Saturno tomada el 24 de enero del 2006, en la que se aprecia una mancha blanca (que la flecha señala). Se trata de una tormenta que está teniendo lugar en el planeta, y que puede parecer pequeña. Pero NO LO ES.

La tal 'manchita' tiene el suficiente tamaño como para engullir entero al planeta Marte.

Los instrumentos del satélite CASSINI que está orbitando Saturno, han captado que se trata de una impresionante tormente eléctrica, ya que captan los mismos ruidos que, por ejemplo, podemos captar nosotros en la radio de nuestro coche cuando atravesamos una zona de tormenta de rayos.

Sunday, January 22, 2006

PERDIDOSE
Perdida en el pensamiento
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¿O aprisionada en los confines de su propia mente?

La mayoría dela gente nunca va más allá de un sentido de identidad estrecho y personalizado, construído por un manera de pensar y condicionado por el pasado.

Cuando sólo se conoce "este pequeño yo" fabricado por la mente, que es quien dirige la vida de cada uno, nos quedamos como 'encantados' en una contemplación estéril, que hay quienes pretenden proclamar como espiritualidad, o misticismo.

¡Qué facilmente se quedan atrapados algunos en sus prisiones conceptuales! El instinto de la mente humana es conocer, entender y controlar, pero es fácil confundir sus puntos de vista y sus opiniones con la verdad. Dice: así son las cosas.

La mente pensante es una herramienta útil y poderosa, aunque puede ser también muy limitante cuando se adueña completamente de tu vida, cuando no te das cuenta de que sólo es un pequeño aspecto de la conciencia influída por lo que te rodea (a lo que quizás ni prestas la debida atención), e ignorando voluntariamente las muchas otras perspectivas posibles.

Cuando estamos inmersos en el pensamiento compulsivo, aislante, estamos evitando conocer lo que es, negándonos la posibilidad de entender y percibir otras realidades.

Los dogmas -religiosos, políticos, científicos- surgen de la creencia errónea de que el pensamiento puede contener y encerrar la realidad o la verdad. Los dogmas son prisiones conceptuales colectivas. Y lo extraño es que la gente ama la celda de su prisión porque le da sensación de seguridad, un falsa sensación de <>.

Nada ha causado más sufrimiento a la humanidad que los dogmas, Es cierto que cada dogma se viene abajo antes o después, porque su falsedad acaba haciéndose evidente; sin embargo, a menos que el error básico sea visto tal como es, el dogma será reemplazado por otros.

¿Cuál es el error básico?

La identificación de pensamiento y verdad única. El pensamiento existe y es la mejor herramienta de una mente abierta; lo que no existe es la verdad única, puesto que aún cientificamente se está obligado por la investigación a ir cambiando las fórmulas.

Obert�ada: January 2006

Obert�ada: January 2006

CONTAME UNA HISTORIA

Vos que tenés labia, contame una historia.
Metele con todo, no te hagas rogar.
Frename este absurdo girar en la noria
moliendo una cosa que llaman "verdad"...

Contame una historia distinta de todas,
un lindo balurdo que invite a soñar.
Quitame esta mufa de verme por dentro
y este olor a muerte de mi soledad....

Contame una historia....
Mentime aloído
la fábula dulce de un mundo querido, soñado y mejor...
Abrime una puerta por donde se escape
la fiebre del alma que huele a dolor...
Contame una historia
vos, que sos mi hermano,
volcame en la curda que me haga sentir
que aunque el mundo siga yirando a los tumbos,
aún vale la pena jugarse y vivir....

Vatime que existen amigos derechos,
mujeres enteras que saben querer.
Y tipos con tela que se abren el pecho,
si ven que la vida te puso en el riel...

Contame la justa de un lecho de rosas.
¡Estoy tan cansado de andar por andar!...
Contame una historia con gusto a otra cosa,
y en la piel del alma poneme un disfraz...



Obert�ada: January 2006

Obert�ada: January 2006

Monday, January 16, 2006

HENDER UN TRONCO


En los vergeles de plantas balsámicas que abundaban en Judea, los cultivadores abrían finas rajas en los retorcidos troncos, pero no con cuchillas de acero, que los dañarían, sino con hojas de hueso, con piedras afiladas o con pedazos de vidrio; y hacían estas rajas muy a pulso y delicadamente para no ahondar demasiado, procurando llegar sólo a la capa de debajo de la corteza. De allí manaba, gotita a gotita, un espléndido jugo blanco, viscoso como el aceite de oliva, que difundía por el aire un aroma celestial. Así, tratada con igual dulzura y delicadeza, mana del alma su jugo.

¿Sería esto Dios? ¿Y por qué no? Sólo los hombres y los dioses lloraban, y a esas blancas gotas, ¿no se las llamaba también lágrimas? ¡Lágrimas tan preciosas como las perlas!

¿Así que a Dios le podrías captar como los que recogían el bálsamo, en las hendiduras de la madera, y le podrías encerrar en una concha marina? ¿Podrías entremezclarle con la goma, el aceite de almendras, la esencia de rosas, la resina, la cera, la trementina y la miel que atraían a una nube de mariposas? Y cuando, endurecido, era ya una rosácea masa opaca, ¿podrías, inclusive, hacerlo trizas y tirarlo por tierra? O, ¿podrías venderle, ponerle un precio exagerado?

El alma puede ser como un tronco hendido, de la que recoger el bálsamo precioso. Puede llorar lágrimas preciosas como perlas, y también puedes venderla a precio exagerado. Pero el interrogante permanece... ¿puedes encontrar a Dios en ella?

No lo sé. A veces siento el alma como una piedra. ¡Sólo con un grandísimo esfuerzo de imaginación puede el hombre poner a Dios en una piedra! Pero también se da el caso que golpeando el pedernal con otra piedra o con una punta metálica, saltan de la piedra chispas. De noche las chispas refulgen como el oro, de día son azulencas como el hielo; podría creerse que en esos minúsculos estallidos de energía se ocultara algún dios. ¿Será esto la divinidad?

Epicuro decía que el mundo entero y los dioses mismos estaban hechos de átomos como esos, entre los cuales fluía de algún modo la vida. No podía saberse con certeza si vivían o morían o cuando sucedía así, pero los miles y millones de átomos, agitándose sin cesar, subiendo y bajando, formaban las figuras de todos los seres. ¿Era eso Dios? ¿Y por qué no?