EL VOLCAN TUNGURAHUA, de ECUADOR

EL TUNGURAHUA (Garganta de Fuego, en quichua)
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MIÉRCOLES 6-2-08, hace 1 hora 5 minutos

QUITO (Reuters) -

El volcán Tungurahua, en Ecuador, expulsaba el miércoles columnas de ceniza y piedras incandescentes, obligando a la evacuación de cientos de residentes pobres que viven en las inmediaciones del coloso, que está en proceso de erupción desde 1999.


La actividad del volcán, situado a unos 130 kilómetros al sudeste de Quito, marcó niveles máximos con una cadena de seísmos y la emisión de ceniza, que se prevé afecten - en forma de lluvia - a seis de las 24 provincias del país, según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN).

Las autoridades ordenaron la evacuación a albergues de los habitantes de siete poblaciones pequeñas situadas en el flanco occidental del volcán, ante un posible aumento de la actividad.

Las poblaciones agrupan a unas 800 personas dedicadas a la agricultura y la ganadería para subsistir.

"Fue un tremor fuerte del volcán y eso obligó a la Defensa Civil a evacuar a la población", dijo el director del organismo de Defensa Civil, coronel Roberto Rodríguez, a Reuters.

El Tungurahua - que significa "Garganta de Fuego" en quichua y tiene 5.020 metros de altura - emitió también flujos piroclásticos, mezclas de gases y piedras que alcanzan entre 300 y 800 grados centígrados de temperatura.

Su última erupción se extendió de 1915 a 1918 y se caracterizó por la presencia de flujos piroclásticos. Una erupción de este volcán no necesariamente implica la emisión de lava, como ocurre con los volcanes del Pacífico.

El principal problema es la lluvia de ceniza grisácea o negra, que está asentándose sobre plantas, animales y la infraestructura humana, generando un paisaje lúgubre en toda el área de impacto.

La ciudad de Baños - un centro turístico del país con unos 17.000 habitantes en el flanco nororiental - no fue evacuada, pero su población está en alerta a la espera de la resolución que adopten las autoridades.

Ecuador no ha decretado el alerta de seguridad roja, que podría implicar la evacuación forzosa. En la zona occidental rige una alerta naranja y en la oriental, en los límites mismos de Baños, una amarilla condicionada dentro de las cuatro escalas vigentes (blanca, amarilla, naranja y roja).

Los turistas, que se desplazaron a Baños para disfrutar de Carnaval en sus aguas termales, emprendieron el éxodo, al tiempo que se suspendieron las actividades educativas y productivas.

Los habitantes afectados, mayoritariamente pobres, han aprendido a convivir con los bramidos y sacudidas del volcán. Y muchos de ellos se resisten a emigrar de sus tierras, a pesar de las inmensas pérdidas que han sufrido desde que el Tungurahua despertó de su letargo en 1999.




Carlos Andrade García y Alexandra Valencia.