Saturday, June 28, 2008

UNA VIOLENTA HISTORIA DEL TIEMPO




Foto: Explosion rayos gamma


UNA VIOLENTA HISTORIA DEL TIEMPO
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Desde nuestra madre Tierra, el cielo nocturno puede parecer tranquilo e inmutable, pero el universo visto en rayos gamma es un lugar de violencia repentina y caótica. Utilizando telescopios sensibles a los rayos gamma, los astrónomos son testigo de explosiones breves pero tremendamente intensas, llamadas explosiones de rayos gamma. No existe nada más potente.

Nadie está seguro de qué es lo que causa las explosiones de rayos gamma.
Entre las posibilidades predilectas están la colisión de dos estrellas de neutrones o un tipo de super supernova que se produce cuando explota una estrella extremadamente masiva.
Una cosa es cierta: las explosiones de rayos gamma tienen lugar en galaxias muy pero muy lejanas, tan lejanas que a sus distancias se las llama "cosmológicas", y se encuentran más allá de la comprensión normal.


Piense en esto:
Cuando mira el cielo nocturno, está viendo un libro de historia —de hecho, ve un libro que se remonta en la historia hasta el principio de lo que llamamos tiempo.
Y cada estrella es un capítulo de ese libro.
Usted no ve las estrellas tal como son ahora. Las ve como solían ser cuando emitieron su luz, hace mucho tiempo.
Y cuanto más profundo miramos en el espacio, más observamos hacia el pasado.
De hecho, la luz de las galaxias más lejanas tiene miles de millones de años de antigüedad.

"Las explosiones de rayos gamma son tan brillantes que podemos verlas desde miles de millones de años luz de distancia, lo cual significa que ocurrieron hace miles de millones de años, y ahora las vemos tal como fueron entonces".
"Nos pueden ayudar a ver hacia el pasado y también nos pueden enseñar algo sobre las condiciones en las cuales se encontraba el universo en los primeros tiempos de su creación.
En las explosiones de rayos gamma, podríamos estar viendo la primera generación de estrellas, a partir de las primeras galaxias creadas después de la Gran Explosión, más conocida como Big Bang.

Las explosiones de rayos gamma no solamente ayudan a los científicos a entender la historia del universo, sino que también colaboran para explicar la física oculta que hay detrás de ellas.

Pero la parte difícil del estudio de las explosiones de rayos gamma es encontrarlas antes de que desaparezcan.
Cada explosión ocurre y desaparece tan rápido que es difícil detectar todas las que se producen.
Es como tratar de capturar cada uno de los destellos de las luciérnagas con una cámara común y corriente en una noche de verano.


Los científicos han estado tras la pista de los rayos gamma durante muchos años, pero las explosiones de estos rayos fueron descubiertas por accidente.
Durante la Guerra Fría, que tuvo lugar en la década de 1960, los satélites de Estados Unidos que vigilaban las pruebas nucleares soviéticas, y violaban de ese modo el Tratado de Prohibición Limitada de Pruebas, detectaron intensos destellos de radiación gamma.
Sin embargo, los destellos no provenían de la Unión Soviética.
¡Los científicos se dieron cuenta de que los destellos venían del espacio!


Las explosiones de rayos gamma se convirtieron en uno de los misterios más cautivadores de la astronomía y la NASA decidió construir un Gran Observatorio para trazar un mapa de los rayos gamma que provienen del cielo.

En la década de 1990, el Observatorio Compton de Rayos Gamma descubrió más de 400 nuevas fuentes de este tipo de rayos y registró 2.704 explosiones, detallando así el universo de rayos gamma que los primeros satélites apenas habían alcanzado a ver.

Pero más importante que Compton dio a conocer, evidencía que las explosiones de rayos gamma no se generan en la Vía Láctea, sino en galaxias ubicadas a enormes distancias.

Asimismo, los astrónomos se dieron cuenta de que, para que puedan verse a tan grandes distancias, las explosiones debieron de haber sido violentas a un grado casi imposible.

En cierta manera, esto no fue una sorpresa.
Los rayos gamma son, por su naturaleza misma, una muestra de gran energía y violencia.
Tengamps en cuenta lo siguiente:
Los rayos gamma son una forma de luz super energética.
Los fotones de luz común, como los que vemos con nuestros propios ojos, tienen energías del orden de 2 a 3 electronvoltios.
Los rayos gamma tienen energías superiores a los 10 gigaelectronvoltios (GeV), lo que es miles de millones de veces mayor que la energía de la luz visible.

Observatorios en la Tierra han detectado rayos gamma con energías aún mayores —de miles de GeV.

La NASA ha lanzado el GLAST para dar la bienvenida a estos mensajeros de alta energía. El instrumento principal del GLAST, (Telescopio de Gran Área), efectuará observaciones pioneras de las explosiones de rayos gamma a energías superiores a cualquier otra que se haya detectado previamente.

Se espera que pueda ubicar de manera precisa alrededor de 50 explosiones por año. Mientras tanto, otro instrumento a bordo del GLAST, el Monitor de Explosiones del GLAST, egistrará las explosiones de rayos gamma a energías más bajas.



Trabajando juntos, estos dos instrumentos detectarán el rango completo de energías de estas luciérnagas cósmicas (desde 10 mil electronvoltios hasta 100 Gigaelectronvoltios).

Capturar los eventos en más de una longitud de onda ayuda a los científicos a entenderlos mejor, y es semejante a poder ver en colores en lugar de hacerlo en blanco y negro.

No es posible reproducir en ningún laboratorio las condiciones físicas extremas en las que tienen lugar las explosiones de rayos gamma, por lo que no entienden cómo funcionan.
Estudiándolas con estos instrumentos, es posible que se pueda conocer una nueva física de la materia.

Es muy probable que el LAT y el GBM vean algo nuevo e imprevisto de las explosiones de rayos gamma.

Posiblemente, responderán algunas viejas preguntas y surgirán otras nuevas".

Esto es lo que siempre pasa en la Ciencia.





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