ANTARTIDA
Después de desembarcar en varias islas de la Antártida, ( hacerlo en la primera fue una experiencia inolvidable), que pertenecen a las llamadas Shetland del Sur, llegamos a pisar el propio Continente Blanco, la península antártica donde está Bahía Neko (foto 1ª de la izqda).
Bahía Neko fue bautizada con este nombre en honor del barco-factoría Neko que operó en el área de la Peninsula Antártica entre 1911-1912 y luego en 1923-1924.
La Bahía Neko fue descubierta y cartografiada por la expedición de Adrien Gerlache en los años 1897-1899. En este desembarco es cuando por primera vez pisamos el CONTINENTE ANTÁRTICO.
No es que exista demasiada diferencia con los anteriores que con Zodiacs habíamos efectuado en varias Islas, solamente el hecho de "saber" que aquello ya era parte del continente.
En Bahía Neko existe un refugio argentino abandonado. La fauna es abundante y formada por PingÜinos Papua, Palomas Antárticas y Skua, Focas y Elefantes Marinos. También Cormoranes y Petreles Gigantes o Petrel de las Tormentas. Maravilloso e increíble ver como no se asustan de los hombres ni rehuyen su presencia. Nos recomendaron respetar el espacio vital de pingüinos y focas, manteniendonos siempre a unos seis metros de distancia. Pero nos parábamos y al cabo de un rato se nos acercaban los pingüinos tan tranquilamente, lo que nos permitía tomar encantadoras fotos.
Hay un glaciar en la cercanía, al cual fuímos advertidos de NO aproximarno pues cualquier efecto sonoro o cambio en la fuerza del viento (cosa que ocurre frecuentemente, ya que la Antártida es muy ventosa) puede provocar un desprendimiento.
La segunda fotografía es el Pleneau, un área en la que el agua inmóvil (en pleno mar) refleja los icebergs y las montañas como un espejo y el barco atraviesa casi sin levantar olas. Parece un sueño de algo detenido en el tiempo.
La tercera fotografía es de la punta del Cabo de Hornos. A poco de dejarlo atrás, empieza el Drake, que le llaman Paso Drake, pero son más de 620 millas náuticas de navegación (1.040 kms) que dura casi dos días, por un mar revuelto que provoca el mareo de casi la mitad del pasaje. Es el punto donde se juntan el Océano Pacífico y el Océano Atlántico. Es un lugar tormentoso y con vientos muy fuertes que levanta un importante oleaje.
Llegar el tercer día a las primeras Islas de las Shetland del Sur es un alivio.
Aunque la tripulación dijo que habíamos encontrado buen tiempo.
Los barcos aptos para navegar entre el hielo, no son de gran tonelaje, sin decir que el nuestro era pequeño, podríamos calificarlo de mediano (279.3 feet Lenght & 39.27 feet Breadht) velocidad de crucero 12 nudos y capacidad para 78 pasajeros.
Desgraciadamente barcos más grandes y llevando hasta 300 pasajeros se atreven a hacer recorridos turísticos por la Antártida, quizá se mueven menos al pasar el Drake, pero con el resultado lamentable de que embarrancan como recientemente les ha pasado al ruso Orlova y al noruego Nordkapp que se han accidentado al chocar con hielo o rocas debajo del agua.
El Año Polar Internacional ha empezado en mrzo 2007 y se prolongará hasta marzo 2009. Existe un Comité del Año Polar y está estudiando crear un anexo al Tratado Antártico que se firmó en 1957 (sin prever nada sobre turismo), para regular el tipo y tamaño de los cruceros y crear cartas náuticas lo antes posible. Unos 80 buques navegan en aguas de la Península Antértica y realizan una media de 250 viajes cada mes, algunos atiborrados de turistas, y aunque no desembarque todo el turismo, los barcos varados que se dañan vierten fuel en el agua. El del Nordkapp llegó a entrar hasta el interior de la bahía de Isla Decepción. Una desgracia.
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